Johannes Brahms (1833-1897), fue uno de los compositores más importantes y respetados de su tiempo; considerándolo a la altura de Bach o Beethoven y formando el grupo de las tres «B» alemanas de la historia de la música.
Brahms continúa con la tradición romántica europea, incluyendo partituras teñidas de ideas musicales de diversos folclores, como el húngaro o el turco. Destacó además por ser un excelente pianista y violinista al que sumó una gran amistad con Robert Schumann.
En esta audición comentada trataremos la forma de la Danza.
Brahms a la edad de 20 años (en 1853), inició una gira de conciertos acompañando a un violinista húngaro. Gracias a este contacto directo con la música húngara tomó las primeras referencias para componer sus Danzas Húngaras.
Estas danzas, forman en su conjunto 21 obras. Las compuso entre los años 1858 a 1869 en una versión original para piano a cuatro manos. Tras el éxito alcanzado, en 1872 Brahms las transcribió para piano solo (las 10 primeras) e instrumentó junto a Antonin Dvořák algunas para la versión de orquesta.
Las Danzas húngaras nº 5 y la nº 6 son las más conocidas de todas.
La Danza Nº 5, escrita en compás binario tiene dos partes diferenciadas. La primera presenta el tema melódico principal, con cambios de dinámica, ritardandos que frenan el discurso musical y con una fuerza y energía sorprendentes.
La segunda parte es mucho más viva y rápida, llena de virtuosismo y acrobacias. En la tradición húngara estas danzas se bailan como exhibiciones de agilidad con saltos y pasos muy marcados que requieren de una gran técnica y buen estado físico.
Finaliza la danza con una vuelta al tema principal quedando estructurada en la forma ABA’.
Danza Húngara Nº5 (Partitura, ejercicio en método Solfeando)
Audición-vídeo Danza Húngara para niños